La salud mental es un ámbito en el que se vulneran los derechos humanos de manera reiterada. El simple hecho de recibir un diagnóstico psiquiátrico nos sitúa automáticamente en un estado de excepción que permite el uso de la coerción y el ejercicio de la violencia sobre nosotras de modos muy diversos, en contextos que se supone deberían ser de salud y cuidado.

Somos un grupo de personas que, por distintos caminos, nos hemos reunido alrededor de una preocupación común por esta situación. No podemos ni queremos seguir siendo testigos de esto sin hacer nada. No nos conformamos con los estándares de vida que la psiquiatría nos impone, que reducen lo humano a una sombra de nuestras posibilidades. Creemos que la locura es una experiencia humana más y nos situamos contra la gestión social que se hace de ella, apostando por maneras de afrontar el sufrimiento psíquico que se basen en la creación y fortalecimiento de los lazos comunitarios y en el mayor de los respetos por la autonomía. Y no queremos caminar solas nunca más.

Decidimos organizarnos como colectivo para contribuir juntas al cambio, en la medida de nuestras posibilidades, enlazándonos con otras personas y colectivos que ya lo están haciendo. Organizarnos como colectivo para politizar nuestro malestar. No representamos a nadie ni a nada que no seamos nosotras mismas. Somos un grupo de gente más entre tantos, deseando cooperar y aprender, dentro de un movimiento mucho más amplio por cambiar las cosas en salud mental.

La estrategia que hemos trazado para trabajar pasa por dos caminos: señalar las contradicciones del sistema y a la vez abrir posibilidades de cambio. ¿Cómo lo hacemos?

Por un lado, tratamos de atacar las relaciones de poder que se dan en salud mental, denunciando la vulneración de derechos y exigiendo su cumplimiento.

Y por otro, apostamos por la socialización de conocimientos (traducciones, webs, charlas, ediciones, etc.) que funcionen como el sedimento de una nueva manera de hacer las cosas, facilitando herramientas y vínculos que planteen otra manera de afrontar el sufrimiento psíquico.

No dejamos de lado una perspectiva mucho más amplia: la de la injerencia sistemática de la lógica mercantil en la vida. En nuestro caso concreto, denunciamos la relevancia e influencia que tiene la industria farmacéutica en la totalidad del ámbito de la salud mental. Cada paso dado por una farma (patrocinios, subvenciones, estudios, campañas, etc.) responde a un interés que no tiene nada que ver con la salud de las personas. Los mercados tienen un objetivo claro (el incremento constante del beneficio) que pasa por encima de nuestras mentes y nuestros cuerpos.

Este hecho nos acerca a todos aquellos movimientos sociales que tratan de conquistar autonomía dentro de un mundo planificado en clave de plusvalía. Solo en espacios donde la salud y la vida no sean abordadas en clave economicista podrán construirse nuevos caminos donde reconstruir la comunidad y afrontar entre todas el sufrimiento psíquico. Nosotras no hacemos sino aportar una línea más de lucha contra la barbarie que habitamos.

Nuestra apuesta política dentro del colectivo pasa por construir relaciones horizontales y de cuidado entre nosotras, ser comunidad y poner el cuerpo en nuestro grupo para trabajar sobre nuestras propias contradicciones y las del sistema que habitamos y que nos habita.

Somos un grupo reducido de personas repartidas en diferentes territorios (actualmente Cataluña, Navarra, Andalucía, Madrid y Galicia). Hemos elegido funcionar de modo asambleario, con encuentros generales y locales. Trabajamos generando y asumiendo acciones y tareas que pensamos que puedan contribuir al cambio social y que decidimos de forma colectiva.

Somos conscientes de que el camino es largo y la lucha ardua, pero estamos convencidas de que resistir es la única opción posible.

 

Para contactar con nosotras

Mail: [email protected]

Twitter: @lo_co_mun

Facebook: facebook.com/locomun

 

Colectivo Locomún