“Márcate un rumbo en el cielo y busca tu estrella,
equilibra la balanza, rompamos una lanza
en nombre de los sueños y en lugar de
olvidarlos, perseguirlos, que mañana es tarde.”

«Soldados de la paz», Swan Fyahbwoy ft. Yosu

 

El entusiasmo que sentí con la aparición de “Saldremos de esta” (Guía de salud mental para el entorno de la persona en crisis. Javier Erro, 2016) me ayudó a ver en qué posición se encontraba la salud mental en primera persona en el territorio español. El cariño y la horizontalidad en la manera con la que estaba escrito, señalaba la fuerza que estaban tomando los colectivos que encabezan esta lucha, con cada vez más gente entre sus filas.

Para mucha gente significó un resorte que propulsaba a continuar, puesto que se estaba tratando de tú a tú a la sociedad y explicando una realidad que, o se desconoce, o se quiere desconocer desde el sistema.

Pero al revés de aquella televisiva frase, “no hemos venido aquí a hablar de este libro”, si no de la aparición de “Otra mirada al sistema de salud mental” (Una manera de entender el conflicto. Xarga GAM & Hugo Rojo, 2018). Una edición que se acopla perfectamente en el tiempo desde la otra comentada, para ver qué camino está cogiendo esto del empoderamiento y que también viene a colación inmejorable de la pasada celebración del Día del Orgullo Loco en multitud de ciudades de todo el país, el 20 de Mayo.

Además, siento una empatía especial por la gente de Xarxa GAM que, pensaba yo, andaban de capa caída y resulta que es todo lo contrario, tal y como cuentan en las primeras páginas. Ese devenir que yo creía a la baja, era un repliegue para tomar impulso y escribir esas líneas que tanto bien van a hacer y una evolución normal de las reuniones de los grupos hacia la gran familia en la que se han convertido. Y a modo de ejemplo, podría tomarse como escala de lo que sucede en el resto de Colectivos Pro Derechos Humanos en Salud Mental.

El ejemplar se gana un guiño cómplice desde el principio, al utilizar de aderezo visual para la portada, la famosa foto en blanco y negro que muestra a varios agentes represivos del sistema (en este caso francés) trasladando con violencia cuerpo a cuerpo, una persona hacia una ambulancia. Uniformes oscuros y batas blancas: la moda no entra en las instituciones.

Y los gestos de afinidad prosiguen con el primer capítulo, un compendio de respuestas a preguntas que muchas personas nos hacemos y que la membresía de la Xarxa ha tenido a bien contestar para abrir al máximo las posibilidades. Este es un libro que multiplica las posibilidades, las soluciones; escrito está, como en otrora. Y han tenido a bien en contestarlas con una apertura de mente abrumadora y desde lo más profundo de cada aportación, dándole el nombre de “La supervivencia al sistema de salud mental”. Son cuarenta preguntas que nos hacen fruncir el ceño al leerlas: ¿alguna vez le has dicho a tu psiquiatra que te niegas a tomar una medicación porque sirve para otro trastorno mental del que tú tienes, por lo tanto que no te corresponde?, ¿sientes la necesidad de reunirte con tus iguales psiquiatrizadas para darle una solución a tu sufrimiento?, ¿en el ingreso al psiquiátrico te gustaría poder tener todas las comodidades, el confort y el bienestar que tienes en casa o en la calle? o ¿desprecias a quien te trata diferente por tener un diagnóstico psiquiátrico? por citar algunas y donde prima la lógica humana en las réplicas, muy lejos de los textos académicos.

La ayuda que puede suponer la lectura de estos interrogantes ya crea una red de apoyo mutuo por sí misma, porque repito, están contestadas con la ilusión de la persona que tiende la mano porque llegó a sentir lo mismo en un pasado y que el sistema capitalista, cada vez más aleja de las ventajas de la vida en comunidad.

Un acertado “Decálogo de principios”, da paso al “Testimonio de un usuario de Grupos de Apoyo Mutuo” y éste, a un capítulo comicado que ilustra algunas anécdotas habituales en el devenir de los días dentro de esos muros que, a pesar del trazo limpio del autor, oscurecen esas profesiones que deberían ayudarnos, ladrillo a ladrillo, a desmontarlos.

He de decir que este libro saca una sonrisa de vez en cuando, pero principalmente emociona y, como decía al principio, puede servir de perfecto ejemplo para ver por qué corriente se ha dejado transportar la antipsiquiatría de los profesionales desafectos al régimen en otras épocas, para emerger actualmente con fuerza, con el timón tomado por la propia supervivencia. El arquetipo que la totalidad de los grupos que trabajan bajo esta bandera de libertad están utilizando, con una hermandad desmesurada hacia todas las partes, desde el apoyo a las personas psiquiatrizadas y  a la unión de las supervivientes, pasando por el acercamiento a la profesionalidad crítica con el sistema o los medios de comunicación y mostrándose a la sociedad como parte y ésta, agradeciendo la confianza, como se está viendo en el gran aforo ávido de conocimiento en cada actividad que se organiza.

El volumen se reanuda con capítulos dedicados a la terapia multifamiliar, a los Grupos de Apoyo Mutuo y con uno que bien podría titularse “continuará”, pero que se nomina “Por una posible política entorno a la salud mental” y que ahonda en la necesidad de una transformación social: “Soñamos con construir nuestra comunidad, un horizonte de transformación  en contra del sometimiento del Sistema de Salud Mental tal y como está estructurado. Querríamos ser un movimiento crítico que cuestione las prácticas psiquiátricas tradicionales y la noción de “enfermedad” mental sobre la cual la psiquiatría ortodoxa se apoya desde mediados del siglo XIX”.

Finaliza esta otra mirada con un “Enaltecimiento a la anormalidad”, una reivindicación del derecho a ser diferente, que enseña posibilidades usuales conviviendo con un trastorno, como el cuándo contárselo a las amistades, a la pareja o en el trabajo, o el por qué decírselo, teniendo en cuenta que la normalidad existe en cada persona.

 

Por supuesto, no termina el tomo, sin unas sugerencias hacia otras lecturas afines y grupos y colectivos de los que poder aprender aún más del tema. En definitiva, un libro que muestra el malestar que padecen muchas personas y que plantea múltiples soluciones, pues todo lo allí contado ha sido vivido y de ahí que haya querido titular el artículo al estilo de aquel otro libro de bolsillo de 2016, porque, señoras y señores, esta es la realidad del sistema de salud mental: el cambio es imparable.

 

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En la página web de la Xarxa Gam comparten un BookTrailer del libro y otra información de interés. Desde Mad in America Hispanohablante os animamos a que la consultéis.

 

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